Como conseguir un estado de Paz en interior.
Quizás sea la Paz una sustancia de calidad superior, que nos permite experimentar sensaciones muy satisfactorias y agradables en nuestra vida.
Si la Paz se comprará en el supermercado sería el artículo más requerido.
Por eso se han usado ríos de tinta escribiendo sobre el tema de la PAZ, probablemente nosotros no somos la excepción, pues eso estamos haciendo.
Vayamos a descubrir algunos tips para poder vivir en Paz encarnado la Paz.
La PAZ es un perfume exótico que exhala el corazón tranquilo. Pero, ¿cómo podemos transformar nuestro corazón, en un CORAZÓN TRANQUILO?
En busca de la PAZ Interior.
Elencamos a continuación, algunos puntos que permitirán en la práctica de cada día ir encarnando la PAZ.
Necesitamos urgentemente manejar la IRA, pues ella en sí misma es la causa de la intranquilidad y en este caso de la agitación de nuestra vida.
La IRA tiene un opuesto que es la PAZ y también podemos decir que el AMOR es la antítesis de la IRA.
Así que desarrollando el AMOR podríamos encontrar los beneficios que tanto buscamos por otros lugares. Por ejemplo casi todas las personas buscan en lo material la felicidad, digo casi todas, pues usted que está leyendo estas líneas probablemente está dentro del grupo que se da cuenta que la felicidad no se consigue con conquistas materiales externas.
Por ende necesitamos saber que la felicidad es un estado interior de la persona que ha logrado algo de PAZ y manifestar el AMOR a medida que estas dos virtudes son conquistadas en el devenir del tiempo.
Pero volvamos al elenco.
1- No permitir que nuestros pensamientos negativos comanden nuestra vida.
Sobre todo aquellos que están relacionados con las reacciones mecánicas dirigidas por nuestro egoísmo, o sea necesitamos un control total de nuestros pensamientos, y como primera medida tenemos que descubrir y saber que pensamos, porque pensamos eso y alejar estos pensamientos cuando nos damos cuenta que son negativos.
2- Controlar las emociones negativas, sobre todo las de ira, venganza, rencor y odio.
Logrando este objetivo tenemos asegurada una vida plena y feliz.
El punto es que se necesita un despertar de la conciencia para darnos cuenta que estas emociones dan una "satisfacción" pasajera, dejando atrás de ellas un dolor y una soledad brutal, que nos conducen a estados de guerra.
3- Intentar dejar de hablar mal de los demás.
Ya que quien este alterado por habladurías, calumnias o engaños, y este metido en ese mundo, no podrá jamás experimentar la PAZ del corazón tranquilo.
4- Combatir la ignorancia personal. Para eso como en los puntos anteriores debemos reconocer nuestra ignorancia. Una vez reconocida, nos tenemos que abocar a realizar super esfuerzos conscientes por salir de la ignorancia.
De ella se sale con conocimientos objetivos, no con conocimiento intelectual, si supongo que porque se algo a nivel intelectual-mental estoy saliendo de la ignorancia entonces seguramente caeré más profundo.
Necesitamos un conocimiento inspirado en todas las esferas del existir humano, o sea en su constitución séptuple: físico, vital, emocional, mental, causal, conciencia y ser.
5- Integrarnos con la naturaleza. Viviendo de acuerdo a la naturaleza y el respeto máximo por ella, esto nos permite estar en Paz.
Si somos lógicos, nos daremos cuenta que dependemos totalmente de la naturaleza para vivir. Ergo, necesitamos una integración consciente a la fuente de vida. Sin dejar escapar ninguna área, desde la alimentación, al cuidado de la vegetación y los animales, del uso razonable de las energías que la tierra nos da hasta el equilibrio en la posesión de cosas materiales que ella misma nos dio la materia prima para hacerlas.
De todos modos la naturaleza si nosotros abusamos de ella, ella misma nos va a cobrar y es de ahí que nacen los estados de intranquilidad. Fíjense que las guerras (contrario a la Paz) nacen por intereses de mercado.
6- Hacer acciones virtuosas en favor del prójimo.
Eso es fundamental para "dormir en paz", como reza el dicho popular.
Sabemos que a veces no queremos ser altruistas, pero también sabemos que a veces sentimos la necesidad imperiosa de que nuestros semejantes y sobre todo aquellos que nos rodean estén bien, se sientan felices, logren una vida plena.
Si trabajamos por el bien de los demás, inmediatamente y casi mecánicamente estamos creciendo en nuestro proprio bien.
7- Dejar de opinar de lo que no sabemos, o lanzar conceptos que suponemos o que nos han dicho, dejar de repetir como papagayos ideas ajenas a nosotros mismos.
Cuando utilizamos la palabra, el verbo, en forma correcta, entonces adviene en forma espontánea una tranquilidad sobre natural.
Cuando utilizamos nuestra opinión sin conocimiento de causa o solo por meras simpatías con teorías o hipótesis ajenas, que sobre todo no han sido corroboradas, entonces la inquietud será parte intrínseca de nuestra vida.
Además de trabajar intensamente en estos puntos, deberíamos amigarnos con la técnica de la MEDITACIÓN.
Para iniciar solo es necesario cumplir estos pasos.
1- Siéntese en un cómodo sillón.
2- Relaje el cuerpo totalmente, hasta que no queden tensiones innecesarias.
3- Ponga su mente en blanco.
4- MEDITE.
Poco a poco esta técnica milenaria, nos llevará por caminos insospechados, lleno de gratos resultados. Descubriremos las emociones y pensamientos negativos, nos propondremos enmendar nuestros errores y no caer más en ellos.
Además de clamar la sucesión de representaciones mentales que se desplazan en nuestra mente, reconociendo que de nada nos sirven.
Así con estas técnicas específicas, podremos ir experimentado la PAZ.
En la entrada sobre MARTE y MINERVA podremos encontrar nuevas formas de comprender esto de la PAZ y la GUERRA.
Sobre todo en estos momentos actuales en que occidente está percibiendo la GUERRA en forma cruda y real, dándonos cuenta que es una inconciencia y una subyugación hacia la IRA de los humanos, cosa totalmente inconcebible para una humanidad que ha conquistado la PAZ.
Mientras el ser humano de este planeta construya armas, tenga armas y sobre todo las use, nunca podrá existir la convivencia pacífica.
Pero sobre todo hasta que no nos quitemos la ira, la venganza, el rencor y el odio, estaremos condenados a vivir en un mundo donde hay guerra.
Un posible error es pensar que ya estamos libre de eso y los que hacen la guerra son otros y no nosotros, pues tenemos que saber aunque no nos guste que colaboramos con la guerra si no nos quitamos lo que en Psicología Gnóstica llamamos el YO (cumulo de defectos, vicios, manías y madeja de los siete pecados capitales).
Les proponemos practicar y dejar las teorías de lado.
A continuación y para concluir esta entrada les dejamos un texto del V.M. Samael sobre la PAZ.
"La paz no suele venir a través de la Mente porque no es de la Mente. La Paz es el perfume delicioso del corazón tranquilo. La Paz no es cosa de proyectos, policía internacional, O. N. U., O. E. A., tratados internacionales y ejércitos invasores que peleen en nombre de la Paz. Si realmente queremos Paz Verdadera, debemos aprender a vivir como el vigía en época de guerra, siempre alertas y vigilantes, con mente pronta y dúctil, porque la Paz no es cuestión de fantasías románticas o cuestión de ensueños bonitos. Si no aprendemos a vivir en el Estado de Alerta de momento en momento, entonces el camino que conduce hacia la Paz se torna imposible, estrecho y después de ponerse extremadamente difícil, va a desembocar por último en un callejón sin salida.
Es necesario comprender, es urgente saber que la Paz Auténtica del corazón tranquilo, no es una casa a donde podemos llegar y donde nos aguarde alegremente una doncella hermosa. La Paz no es una meta, un lugar, etc. Perseguir la Paz, buscarla, hacer proyectos sobre ella, fundar organismos para trabajar por ella, etc., es totalmente absurdo porque la Paz no es de la Mente, la Paz es el perfume maravilloso del corazón tranquilo. La Paz no se compra ni se vende ni se puede lograr con el sistema de apaciguamientos, controles especiales, policías, etc. En algunos países, el ejército nacional anda por los campos destruyendo pueblos, asesinando gentes y fusilando a supuestos bandidos, todo esto dizque en nombre de la Paz. El resultado de semejante proceder es la multiplicación de la barbarie. La violencia origina mas violencia, el odio produce mas odio. La paz no se puede conquistar, la Paz no puede ser el resultado de la violencia. La Paz solo adviene a nosotros cuando disolvemos el Yo, cuando destruimos dentro de nosotros mismos todos los factores psicológicos que producen guerra. Si queremos Paz, tenemos que contemplar, tenemos que estudiar, tenemos que ver el cuadro total y no únicamente un rincón del mismo. La paz nace en nosotros cuando hemos cambiado radicalmente en forma íntima. La cuestión de controles, organismos pro-paz, apaciguamientos, etc., son detalles aislados, juntos en el océano de la vida, fracciones aisladas del cuadro total de la existencia, que jamás pueden resolver el problema de la Paz en su forma radical, total y definitiva.
Debemos mirar el cuadro en su forma completa; el problema del mundo es el problema del individuo; si el individuo no tiene Paz en su interior, la sociedad, el mundo,vivirá en guerra inevitablemente. Los maestros y maestras de escuelas, colegios y universidades deben trabajar por la Paz, a menos que amen la barbarie y la violencia. Es urgente, es indispensable, señalar a los alumnos y alumnas de la nueva generación el derrotero a seguir, el camino íntimo que puede conducirnos con entera exactitud, a la Paz auténtica del corazón tranquilo . Las gentes no saben comprender realmente lo que es la verdadera Paz Interior y solo quieren que nadie se les atraviese en su camino, que no se les estorbe, que no se les moleste, aun cuando ellos se tomen por su propia cuenta y riesgo el derecho de estorbar y de molestar y de amargar la vida a sus semejantes. Las gentes jamás han experimentado la Paz Verdadera y sólo tiene sobre ésta opiniones absurdas, ideales románticos, conceptos equivocados. Para los ladrones, la Paz sería la dicha de poder robar impunemente sin que la policía se les atravesara en su camino. Para los contrabandistas, la Paz sería poder meter contrabando en todas partes sin que las autoridades se lo impidiesen. Para los hambreadores del pueblo. La Paz sería vender bien caro explotando a diestras y a siniestra sin que los inspectores oficiales del gobierno se lo prohibieran. Para las prostitutas, la Paz sería gozar de sus lechos de placer y explotar a todos los hombres libremente, sin que las autoridades de salubridad o de policía interviniesen para nada en su vida.
Cada cual se forma en la Mente cincuenta mil fantasías absurdas sobre la Paz. Cada cual pretende levantar a su alrededor un muro egoísta de ideas falsas, creencias, opiniones, y absurdos conceptos sobre lo que es la Paz. Cada cual quiere Paz a su modo, de acuerdo a sus antojos, a sus gustos, a sus hábitos, costumbres equivocadas, etc. Cada cual quiere auto encerrarse dentro de un muro protector, fantástico, con el propósito de vivir su propia Paz, equivocadamente concebida. La gente lucha por la Paz, la desea, la quiere, pero no sabe que cosa es la Paz. Las gentes sólo quieren que no se les estorbe, poder hacer cada cual sus diabluras muy tranquilamente, a sus anchas. Eso es lo que llaman Paz. No importa que diabluras hagan las gentes, cada cual cree que lo que hace es bueno. Las gentes encuentran justificación hasta para sus peores delitos, si el borracho está triste bebe porque está triste. Si el borracho está alegre bebe porque está alegre. El borracho siempre justifica el vicio del alcohol. Así son todas las gentes. Para todo delito encuentran justificación, nadie se considera perverso, todos presumen de justos y honrados. Existen muchos vagabundos que suponen equivocadamente que la Paz es poder vivir sin trabajar, muy tranquilamente y sin esfuerzo alguno, en un mundo lleno de fantasías románticas maravillosas. Sobre la Paz existen millones de opiniones y conceptos equivocados. En este mundo doloroso en que vivimos cada cual busca su fantástica Paz, la Paz de sus opiniones. Las gentes quieren ver en el mundo la Paz de sus sueños, su tipo especial de Paz, aunque dentro de sí mismos, cada cual lleve en su interior los factores psicológicos que producen guerras, enemistades de todo tipo.
Por estos tiempos de crisis mundial todo el que quiere hacerse famoso funda organizaciones Pro-Paz, hace propaganda y se convierte en paladín de la Paz. No debemos olvidar que muchos políticos “zorros” se han ganado el premio Nobel de la Paz, aún cuando obtengan por su cuenta todo un cementerio y que en una u otra forma hayan mandado a asesinar secretamente a muchas personas cuando se han visto en peligro de ser eclipsados. Existen también verdaderos maestros de la humanidad que se sacrifican enseñando en todos los lugares de la Tierra, la Doctrina de la Disolución del Yo. Esos Maestros saben por experiencia propia que sólo disolviendo el Mefistófeles que llevamos dentro, adviene a nosotros la Paz del corazón. Mientras existan dentro de cada individuo el odio, la codicia, la envidia, los celos, el espíritu adquisitivo, la ambición, la ira, el orgullo, etc., etc., habrá guerras inevitablemente. Conocemos a muchas gentes en el mundo que presumen haber hallado la Paz. Cuando hemos estudiado a fondo a esas personas, hemos podido evidenciar que ni remotamente conocen la Paz y que solamente se ha encerrado dentro de algún hábito solitario y consolador, o dentro de alguna creencia especial, etc., mas realmente dichas personas no han experimentado ni remotamente lo que es la Verdadera Paz del corazón tranquilo. Realmente esas pobres gentes sólo se han fabricado una Paz Artificiosa, que en su ignorancia confunden con la Auténtica Paz del corazón. Es absurdo buscar la Paz dentro de los muros equivocados de nuestro prejuicio, creencias, preconceptos, deseos, hábitos, etc.
Mientras dentro de la gente existan los factores psicológicos que producen enemistades, disensiones, problemas, guerras, no habrá Paz Verdadera. La Paz Auténtica viene de la belleza legítima sabiamente comprendida. La belleza del corazón tranquilo exhala el perfume delicioso de la Verdadera Paz Interior. Es urgente comprender la belleza de la Amistad y el perfume de la Cortesía. Es urgente comprender la Belleza del Lenguaje. Es necesario que nuestras palabras lleven en sí mismas la substancia de la Sinceridad. No debemos usar jamás palabras arrítmicas, inarmoniosas, groseras, absurdas. Cada palabra debe ser una verdadera sinfonía, cada frase debe estar llena de belleza espiritual. Es tan malo hablar cuando se debe callar, como callar cuando se debe hablar. Hay silencios delictuosos y hay palabras infames. Hay veces que hablar es un delito, hay veces que callar es también un delito. Uno debe hablar cuando debe hablar y callar cuando debe callar. No juguemos con la palabra porque es de grave responsabilidad. Toda palabra puede producir en el mundo mucho de útil y mucho de inútil, mucho beneficio y mucho daño.
Debemos cuidar nuestro gestos, modales, vestuario, y actos de toda especie. Que nuestros gestos, que nuestro vestido, modo de sentarnos a la mesa, manera de comportarnos al comer, forma de atender a las personas en la sala, en la oficina, en al calle, etc., estén llenos de belleza y armonía. Es necesario comprender la belleza de la Bondad, sentir la belleza de la buena Música, amar la Belleza del arte creativo, refinar nuestra manera de pensar, sentir y obrar. La Suprema Belleza sólo puede nacer en nosotros cuando ha muerto el Yo en forma radical, total y definitiva. Nosotros somos feos, horribles, asqueantes, mientras tengamos dentro y bien vivo al Yo Psicológico. La Belleza en forma íntegra es imposible en nosotros mientras exista el Yo Pluralizado. Si queremos Paz Auténtica debemos reducir al Yo a Polvareda Cósmica, sólo así habrá en nosotros la Belleza Interior. De esa belleza nacerá en nosotros el encanto del Amor y la Verdadera Paz del corazón tranquilo. La Paz Creadora trae orden dentro de uno mismo, elimina la confusión y nos llena de legítima Felicidad. Es necesario saber que la mente no puede comprender lo que es la verdadera Paz. Es urgente entender que la Paz del corazón tranquilo no llega a nosotros mediante el esfuerzo o por el hecho de pertenecer a alguna sociedad u organismo dedicada a hacer propaganda de Paz. La Paz auténtica adviene a nosotros en forma totalmente natural y sencilla cuando reconquistamos la Inocencia en la Mente y en el Corazón, cuando nos volvemos como niños, delicados y bellos, sensibles a todo lo hermoso como a todo lo feo, a todo lo bueno como a todo lo malo, a todo lo dulce como a todo lo amargo. Es necesario reconquistar la infancia Perdida tanto en la Mente como en el Corazón.
La Paz es algo inmenso, extenso, infinito, no es algo formado por la Mente, no puede ser el resultado de un capricho ni el producto de una idea. La Paz es una Substancia que está más allá de toda moral, una Substancia que emana de las entrañas mismas del Absoluto."
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